Todos hemos oído muchas veces que primero tienes que amarte a ti mismo antes de poder amar a otr@s. Parece un tópico, sin embargo es un fenómeno psicológico real.
Hasta que una persona no alcanza la soberanía vincular, no puede conocer el amor. Este punto de la experiencia puede llegar estando solo, en pareja, en familia, aunque se aprende en las relaciones con los demás, sobre todo las relaciones más íntimas, pero también en los contextos sociales. La soberanía vincular se refiere a la buena gestión en los límites con otras personas: que dejas pasar, que permites, que defines como un no negociable, que estás dispuesto a hacer… Nace del respeto a uno mismo, y a partir de esta premisa, se negocian las concesiones y pactos que establecemos con los demás.
El amor propio no es una actitud narcisista o egoísta, sino todo un conjunto de actitudes que permiten que las personas que te rodean, entiendan los mínimos que necesitas para tener una relación sana, es decir cuales son tus necesidades y que lugar ocupas en la relación.
Hay tres aspectos que son importantes en lo que se refiere a gozar de una buena autoestima: la autoconfianza, el autoconocimiento y la madurez. La confianza en uno mismo, el amor a uno mismo, actúa como un manto protector contra las inclemencias internas y externas, es como una tenue luz que siempre irradia a nuestro favor, otorgándonos apoyo. El autoconocimiento tiene que ver con explorar e identificar como funciona nuestra psique a través de las diferentes experiencias, y como va cambiando a lo largo de la vida, con el cambio de prioridades que conllevan las diferentes etapas que vivimos. Por último, la madurez es una suerte de aceptación de las leyes de la vida, de como funciona el mundo, el contexto donde nos desarrollamos, el fruto maduro que comprende los diferentes ciclos y nuestro lugar en cada experiencia y situación.
Esto que parece tan sencillo, en la práctica no lo es tanto. La mayoría de los problemas mentales subclínicos como por ejemplo los estados depresivos, cuadros de ansiedad o problemas emocionales, provienen muchas veces de una baja autoestima. Estos problemas son muy comunes entre la población, y en el caso de las mujeres el porcentaje dobla al de los hombres.
Amarás a tu prójimo como a ti mismo, decía Jesús. Elegirte primero es una lección para toda la vida. Cuánto más te ames, menos dañarás a otros, y a la vez, tampoco permitirás que otros socaven tu energía.